EUROPA
PRESS
5 julio
2016
Investigadores del Baylor College of Medicine (Estados Unidos) han
comprobado que el gel de testosterona también puede mejorar el deseo y la
actividad sexual en hombres mayores de 65 años, como ya había demostrado en
pacientes más jóvenes.
En concreto, y según los
resultados publicados en la revista 'Journal of Clinical Endocrinology and
Metabolism', se ha visto como su uso permitió mejorar 10 de 12 indicadores
sobre la actividad sexual, en comparación con quienes usaron placebo.
"Hubo una diferencia
clínica notable en la función y en el deseo sexual", ha reconocido Glenn
Cunningham, autor del estudio, que recuerda la importancia de dicho hallazgo
dado que los niveles de testosterona van disminuyendo con el envejecimiento y
repercute en su actividad sexual.
Estudios previos habían
demostrado que la terapia con testosterona podía mejorar la función sexual en
hombres más jóvenes que presentaban bajos niveles de testosterona, bien por una
enfermedad bien por algún tratamiento, pero no se sabía si este tratamiento
podía ofrecer mejoras en gente más mayor.
En el trabajo participaron
un total de 470 hombres mayores de 65 años, todos con bajos niveles de
testosterona y falta de apetito sexual, y con una pareja femenina dispuesta a
tener relaciones sexuales al menos dos veces al mes.
La mitad de los
participantes fueron asignados al azar a utilizar el gel de testosterona
durante 12 meses, y la otra mitad usaron un gel falso a modo de placebo.
Durante el año de seguimiento los participantes fueron preguntados por su
actividad sexual y se sometieron a analíticas para medir sus niveles de
testosterona.
Con el gel de testosterona,
los niveles de testosterona aumentaron de una media de 234 a 500 nanogramos por
decilitro (ng/dl), lo normal en hombres de 19 a 40 años, mientras que los
niveles se mantuvieron sin cambios en el grupo placebo.
Más actividad sexual pero no más disfunción eréctil
Los hombres que usaron el
gel también tenían más fantasías sexuales, orgasmos, relaciones sexuales o
erecciones, tanto nocturnas como durante su actividad sexual. Asimismo, estos
mayores niveles no estaban ligados a más episodios de disfunción eréctil.
No obstante, el estudio
muestra como las mejoras tampoco son tan acusadas ya que, al final del estudio,
los hombres tratados mantenían relaciones sexuales una vez cada 12 días de
media, frente a la frecuencia de una vez cada 11 del grupo placebo.
"El tratamiento con
testosterona no va a arreglar todo lo malo que le pasa, pero aumentará su
libido y el deseo de tener relaciones sexuales", ha reconocido Jeanne
O'Brien, uróloga de la Universidad de Rochester Medical Center en Nueva York
que no ha participado en el estudio.
Además, los autores del
estudio reconocen que pese a estos beneficios la terapia sólo debería aplicarse
a hombres mayores con disfunción sexual y niveles de testosterona bajos ya que
también puede tener efectos secundarios, como un mayor riesgo de enfermedad
cardiovascular y cáncer de próstata.